El curado del concreto es vital para que el concreto pueda desarrollar la resistencia potencial del material.
La duración e intensidad del curado depende de diversos factores como:
- Proporciones de la mezcla
- Resistencia especificada
- Tamaño y forma del elemento de concreto
- Condiciones ambientales
- Condiciones de exposición futuras
Las funciones básicas del curado son:
- Mantener el agua de la mezcla durante el proceso de endurecimiento inicial (dependiendo del tamaño y la forma del elemento, se pueden utilizar distintas técnicas como: dejar las formaletas, utilizar recubrimientos húmedos, rociado de agua, empozamiento e inmersión)
- Reducir la pérdida de agua de la superficie del concreto (recubrir el concreto con plástico preferiblemente de color claro o transparente o aplicar compuestos curadores que forman membrana)
Para mezclas elaboradas con cementos hidráulicos que cumplen la norma NTG 41095 (ASTM C1157), se recomienda un curado mínimo de 7 días o hasta alcanzar por lo menos el 70% de la resistencia especificada.